Hay al menos tres razones importantes por las que se necesita con urgencia la Cobertura Universal de Salud (CUS).
1. Falta de acceso a la atención médica para millones de personas pobres, vulnerables y marginadas
Según la OMS, al menos la mitad de la población mundial no está cubierta por servicios de salud esenciales. De las mujeres que mueren durante el parto, el 99% se encuentra en países en desarrollo y los niños tienen 14 veces más probabilidades de morir antes de los cinco años en el África subsahariana. Las enfermedades transmisibles, como el VIH, la tuberculosis (TB) y la malaria, tienen el peor impacto en las comunidades más pobres y marginadas. En todos los países, ya sean de ingresos bajos, medianos o altos, persisten amplias brechas de salud entre ricos y pobres. Los sistemas de salud débiles explican muchas de estas brechas, resaltadas y agravadas por la pandemia de la COVID-19.
Hecho clave
Las reformas de la CSU han sido un poderoso motor para mejorar la salud de las mujeres en varios países de ingresos bajos y medianos, incluidos Afganistán, México, Ruanda y Tailandia. Para obtener más detalles, consulte ?Mejorar la salud de la mujer mediante la cobertura sanitaria universal?.
2. El costo de la salud arrastra a millones hacia la pobreza
En la mayoría de los países del mundo, las personas tienen que pagar por los servicios de atención en salud, siendo ésta una de las principales razones por las cuáles las personas caen en la pobreza. Muchas personas con ingresos limitados, que ya deben tomar decisiones difíciles entre artículos y servicios esenciales, se ven obligadas a renunciar a la atención que necesitan.
Cada año, más de 800 millones de personas gastan más de 10% de sus ingresos familiares en salud, esto se conoce como gasto catastrófico en salud. De éstas, casi 100 millones de personas al año se ven arrastradas a la pobreza extrema (viven con menos de US$1.25 por día) debido a los gastos de atención en salud. Al ritmo actual, hasta un tercio de la población mundial se encontrará en esta situación en 2030.
Hecho clave
En Tailandia, las reformas de la CUS llevaron a una fuerte reducción en el número de familias de bajos ingresos que enfrentan gastos catastróficos en un período de seis años. Para más información, ver “Alcanzar la CUS: una iniciativa de investigación para apoyar la formulación de políticas y la abogacía basadas en la evidencia” [Attaining Universal Health Coverage. A research initiative to support evidence-based advocacy and policymaking].
3. La buena salud saca a las personas de la pobreza
La buena salud permite que los niños aprendan y que los adultos ganen dinero; ayuda a las personas a salir de la pobreza y proporciona la base para el desarrollo económico a largo plazo.
Muchos desafíos de salud a nivel mundial surgen de un obstáculo en común: sistemas de salud frágiles y con recursos insuficientes que no brindan acceso a servicios de salud asequibles y de calidad a las comunidades más pobres y marginadas. Estas brechas amenazan la vida y el sustento, exacerban el aumento de la desigualdad, y socavan el crecimiento económico y la estabilidad social en los países desarrollados y en desarrollo por igual. Como han dejado dolorosamente en claro las crisis como la COVID-19 y el ébola, nuestros sistemas de salud son tan fuertes como sus eslabones más débiles.
Los países que implementan el fortalecimiento de los sistemas de salud y las políticas de CUS están viendo los beneficios: comunidades más saludables y economías más fuertes.
Hecho clave
Se ha estimado que cada US$1 que un país invierte en salud hoy puede producir hasta US$20 en crecimiento de ingresos totales en una generación. Para más información, ver (Comisión The Lancet) [“The Lancet Commission on Investing in Health”].
Cómo la CUS apoya a otros ODS más ampliamente
Además de contribuir al ODS 3 (Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas en todas las edades) y al ODS 1 (Poner fin a la pobreza en todas sus formas, en todas partes), la CUS puede hacer una contribución significativa a muchos de los otros ODS.
La CUS promueve la mejora de la nutrición (ODS 2): las intervenciones relacionadas con la nutrición son una parte fundamental de los paquetes integrales de beneficios de salud, y las personas obtienen más acceso a la información y los recursos para abordar la desnutrición. Los sistemas de salud sólidos apoyan los objetivos educativos (ODS 4) porque más niños están lo suficientemente sanos como para asistir a la escuela, y las familias pueden pagar la educación; y la igualdad de género (ODS 5), al garantizar que las mujeres y las niñas reciben los servicios que necesitan. La CUS también puede desempeñar un papel importante en el crecimiento económico (ODS 8) y contribuir a sociedades pacíficas e inclusivas (ODS 16), ya que las poblaciones saludables ayudan a construir instituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles.
La cobertura sanitaria universal es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible no solo para garantizar la salud y el bienestar, sino también para erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones, garantizar una educación de calidad, lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer [y] reducir las desigualdades. ? - Declaración Política de la ONU sobre la CUS, 2019.
Lecciones de la COVID-19
La pandemia de la COVID-19 ha demostrado claramente los vínculos entre los sistemas de salud, la respuesta a las emergencias y el desarrollo económico, exponiendo las principales debilidades y la falta de inversión en muchos de los sistemas de salud del mundo.
Para proteger la salud de sus ciudadanos y en los esfuerzos por evitar que los sistemas de salud se vean agobiados, los gobiernos han tenido que implementar estrategias drásticas, tales como cuarentenas y toques de queda. La pandemia y estas estrategias de respuesta han afectado negativamente el sustento y el bienestar de todas las personas, especialmente en los grupos de población marginados y vulnerables, y han ampliado las brechas existentes en el acceso a la salud
La seguridad sanitaria mundial se ve amenazada por la falta de voluntad política y de inversión en la CUS. Dadas las profundas recesiones económicas en los países de bajos ingresos debido al COVID-19, es probable que los presupuestos de salud se vean más afectados que durante la crisis económica de 2008. Según el reciente Informe de gasto mundial en salud, los países con sistemas de salud que dependen de gastos de bolsillo de los usuarios, probablemente, se encuentren entre los más afectados por los impactos macroeconómicos de la pandemia, limitando aún más su gasto público.
Además, las consecuencias de la COVID-19 en las personas afectadas, incluso los impactos físicos a largo plazo y las cargas financieras, y las consecuencias de las interrupciones en otros servicios de salud aún no se comprenden completamente. Si bien en la mayoría de los países el foco sigue estando en la respuesta a la emergencia inmediata, sería un error pensar en volver a la normalidad sin más, y perder la oportunidad de analizar las fallas políticas y las brechas en la política que han contribuido al tremendo impacto de la pandemia de la COVID-19.
Recurso clave
Para obtener más información sobre los vínculos entre la COVID-19 y la CUS, consulte el documento del CSEM sobre Impactos económicos y en la salud de las estrategias de contención de la COVID-19.