Las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades desempeƱan un papel fundamental a la hora de pedirles a los gobiernos que rindan cuentas de sus compromisos en materia de CUS y garantizar que las polĆ­ticas y programas de salud sean inclusivos, equitativos y que respondan a todos. Con ese fin, los actores de la sociedad civil convocados por el CSEM y los socios desarrollaron los cuatro mensajes de abogacĆ­a que se presentan a continuaciĆ³n previamente a la ReuniĆ³n de Alto Nivel de la ONU sobre la CUS en 2019, complementando con ellos las Ć”reas de compromiso especĆ­ficas de las Peticiones clave del movimiento para la CUS.

Estos cuatro mensajes de abogacĆ­a fueron luego ajustados aĆŗn mĆ”s a las necesidades de la sociedad civil y de la comunidad en 2020, a travĆ©s de un proceso consultivo para elaborar los Llamados a la AcciĆ³n para la COVID-19 del CSEM.

A continuaciĆ³n, se presenta informaciĆ³n adicional sobre cada mensaje de abogacĆ­a de la sociedad civil y se explica por quĆ© es importante lograrlos para mejorar la respuesta a la COVID-19 y mĆ”s allĆ”. TambiĆ©n se incluyen a continuaciĆ³n las Peticiones clave del movimiento para la CUS de las partes interesadas y recomendamos que sean incorporadas en sus esfuerzos de abogacĆ­a.

1: No dejar a nadie fuera
RESUMEN: La sociedad civil suele estar en inmejorable posiciĆ³n para acceder, representar y dar prioridad a las poblaciones clave mĆ”s marginadas. Para no dejar a nadie fuera, la sociedad civil es una voz fundamental que puede garantizar que esas personas y comunidades:
  • Sean foco de las reformas sanitarias.
  • Tengan el acceso necesario a servicios de salud equitativos y de buena calidad.
  • EstĆ©n informados de las polĆ­ticas y reformas de salud.
  • Contribuyan a los esfuerzos de fortalecimiento de los sistemas de salud de su paĆ­s.

La salud es un derecho humano y todos los paƭses tienen el deber de cumplir este derecho a la salud para todas las personas. Sin embargo, la realidad mundial actual es que cada vez es mƔs difƭcil el acceso a la salud para los mƔs vulnerables. A nivel mundial, las personas mƔs pobres y marginadas son las mƔs afectadas por las muertes maternas e infantiles prevenibles, las enfermedades cardƭacas, el cƔncer y las enfermedades infecciosas, tales como la COVID-19.

Los planes y las polƭticas nacionales de salud, incluso aquellos en respuesta a la COVID-19, deben evaluar quƩ poblaciones se encuentran actualmente rezagadas y tienen acceso insuficiente a los servicios de salud. Deben diseƱar planes para aumentar el acceso, explƭcitamente dirigidos a las poblaciones mƔs necesitadas.

Los sistemas de recolecciĆ³n de datos de salud deben desagregar aĆŗn mĆ”s los datos (por ejemplo, por sexo, edad, identidad de gĆ©nero, etnia, discapacidad y situaciĆ³n econĆ³mica) y deben estar acompaƱados de mecanismos sĆ³lidos de monitoreo y evaluaciĆ³n, que sirvan para informar y definir mejor las polĆ­ticas necesarias. Las organizaciones de la sociedad civil, especialmente aquellas que prestan servicios en las comunidades afectadas, son fundamentales para recopilar esta informaciĆ³n, utilizando enfoques participativos de recolecciĆ³n de datos.

Se necesitan enfoques multidisciplinarios que incluyan sectores adicionales a la salud (por ejemplo, educaciĆ³n, agricultura, medio ambiente y desarrollo econĆ³mico) para abordar los efectos mĆ”s amplios de la pandemia de la COVID-19, tales como la escasez de alimentos y agua, el riesgo aumentado de violencia domĆ©stica contra las mujeres y los niƱos, y tambiĆ©n para aumentar el apoyo bĆ”sico a las personas que viven con discapacidad.

Los servicios de salud apropiados por la comunidad y dirigidos por ella misma, tambiĆ©n pueden desempeƱar un papel fundamental en la prestaciĆ³n de una cobertura sanitaria ampliada a los grupos mĆ”s pobres y marginados.

ĀæCĆ³mo han respondido las OSC a la COVID-19 de forma que nadie se quede fuera?

Las OSC estĆ”n trabajando para garantizar que la respuesta a la COVID-19 proteja a todas las personas y que se mantenga el impulso hacia la CUS en medio de la crisis. Las organizaciones de la sociedad civil se han involucrado activamente en sus comunidades, brindando servicios crĆ­ticos en la primera lĆ­nea y protegiendo a los mĆ”s afectados por la pandemia. Las organizaciones de la sociedad civil han sido resilientes y creativas en su respuesta a los desafĆ­os de la COVID-19 y a las cuarentenas e interrupciones asociadas, a menudo sin ningĆŗn apoyo institucional, y al mismo tiempo continuaron la lucha por la CUS. TambiĆ©n han abogado para que los gobiernos den prioridad a los grupos marginados, incluidas las personas que viven con discapacidad, para que tengan prioridad en la vacunaciĆ³n y en otros sistemas de apoyo esenciales durante la pandemia.

La mejor manera de garantizar que las voces de los grupos vulnerables con necesidades especĆ­ficas o riesgos adicionales estĆ©n representadas, es involucrar a la sociedad civil en los procesos de toma de decisiĆ³nes y en los grupos de trabajo para la COVID-19, tanto a corto como a largo plazo. La sociedad civil comprende y puede defender la nociĆ³n de que los diferentes grupos tienen diferentes necesidades y limitaciones que requieren soluciones adaptadas.

2: Aumentar el financiamiento pĆŗblico para la salud
RESUMEN: : La sociedad civil puede generar un movimiento de abogacĆ­a de base amplia para exigir una mayor inversiĆ³n gubernamental en salud, de forma de reducir la dependencia de la ayuda exterior. La mayorĆ­a de los paĆ­ses, incluso aquellos con menos recursos, pueden identificar los fondos necesarios para avanzar hacia la CUS.

A pesar del crecimiento econĆ³mico, en muchos paĆ­ses, el financiamiento nacional para la salud no ha ido a la par de su crecimiento, y muchos gobiernos siguen dependiendo de la ayuda sanitaria externa. Sin embargo, la falta de inversiĆ³n en la CUS a nivel nacional, amenaza la seguridad sanitaria mundial, tal como hemos visto con la COVID-19.

Todos los planes para la CUS deben incluir elementos de acciĆ³n especĆ­ficos para abolir las tarifas a usuarios y los pagos directos por parte de los pacientes de manera de reducir y, eventualmente eliminar los gastos de bolsillo en salud (GBS). Debe darse prioridad a atenciĆ³n primaria en salud vinculada a paquetes de servicios esenciales de saludy, donde existan, las polĆ­ticas de atenciĆ³n en salud gratuita deben implementarse de manera efectiva.

Las polĆ­ticas de atenciĆ³n en salud gratuita requieren que todos los paĆ­ses aumenten progresivamente su inversiĆ³n en salud, hasta la asignaciĆ³n de al menos el 15% de su presupuesto anual a la salud, o alternativamente, al menos el 5% de su producto bruto interno (PBI) anual al gasto pĆŗblico en salud, segĆŗn convenga. Las maneras de aumentar el presupuesto de salud pueden incluir el mejorar la recaudaciĆ³n de impuestos o iniciar esquemas sociales de seguro de salud en los que las personas reciban servicios de acuerdo con sus necesidades (ver Parte 1).

Es fundamental que la sociedad civil y la comunidad se involucren en acciones de abogacĆ­a para apoyar polĆ­ticas de financiaciĆ³n inclusivas, eficaces y transparentes. El activismo puede ayudar a impulsar las decisiones y la implementaciĆ³n travĆ©s de actividades de rendiciĆ³n de cuentas, y tambiĆ©n puede ayudar a reducir el riesgo de corrupciĆ³n.

3: Mejorar la participaciĆ³n de las OSC y la ciudadanĆ­a; transparencia y rendiciĆ³n de cuentas en todos los niveles
RESUMEN: La sociedad civil es uno de los tres socios clave, junto con el estado y los proveedores de servicios de salud, fundamentales para una gobernanza sanitaria eficaz. La participaciĆ³n de la poblaciĆ³n, las comunidades y la sociedad civil en la gobernanza del sistema nacional de salud es esencial para que el sistema responda eficientemente, sea confiable, las personas se apropien de Ć©l y se logre un progreso equitativo hacia la CUS.

SegĆŗn la OMS, la gobernanza sanitaria eficaz requiere la participaciĆ³n plena de tres partes interesadas clave:

  • El estado (dependencias y agencias gubernamentales a nivel central y de distrito)
  • Proveedores de servicios de salud (proveedores de servicios de salud pĆŗblicos y privados, con y sin fines de lucro, clĆ­nicos, paramĆ©dicos y no clĆ­nicos; sindicatos y otras asociaciones profesionales; redes de atenciĆ³n)
  • La ciudadanĆ­a (representantes de la poblaciĆ³n, asociaciones de pacientes, OSC, ONG, asociaciones ciudadanas que protegen a los pobres, activistas de base, etc.)

La sociedad civil debe participar activamente en todas las etapas de la formulaciĆ³n de polĆ­ticas nacionales y asĆ­ facilitar la participaciĆ³n de la comunidad en la planificaciĆ³n, la elaboraciĆ³n de presupuestos, el monitoreo del progreso por parte de la ciudadanĆ­a y los compromisos relativos a los resultados previstos de la CUS. Es necesario fortalecer la rendiciĆ³n de cuentas social para mantener la integridad de los sistemas de salud, prevenir la fuga de recursos relacionada con la corrupciĆ³n y garantizar programas de salud mĆ”s accesibles, apropiados y sostenibles.

Respuestas a la COVID-19

A medida que la pandemia de la COVID-19 ha puesto al descubierto el estado actual de las inequidades y la inutilidad de un enfoque Ćŗnico para todos, los lĆ­deres mundiales y nacionales reconocen cada vez mĆ”s la necesidad de la participaciĆ³n social, especialmente de la sociedad civil, en la toma de decisiones en salud. La gobernanza participativa es esencial para garantizar que los derechos de las poblaciones vulnerables estĆ©n protegidos y que Ć©stas no carguen injustamente con los efectos del aumento de los riesgos de COVID-19 y los impactos negativos de las restricciones.

La sociedad civil y las comunidades pueden ayudar a los gobiernos a realizar un ā€œanĆ”lisis de barrerasā€ para identificar los tipos especĆ­ficos de brechas sociales, ambientales e institucionales que deben abordarse para mejorar el acceso a la salud en medio de la pandemia de la COVID-19 y mĆ”s allĆ” de ella. La sociedad civil debe colaborar con los gobiernos para diseƱar e implementar mecanismos de rendiciĆ³n de cuentas que permitan una comunicaciĆ³n transparente y abierta y que respeten el principio del ā€œderecho a la informaciĆ³nā€. Estos mecanismos de rendiciĆ³n de cuentas deben monitorear el progreso de las estrategias para la COVID-19, utilizando datos desglosados por gĆ©nero, edad, ingresos, raza, etnia, estado migratorio, discapacidad, orientaciĆ³n sexual, identidad de gĆ©nero y ubicaciĆ³n geogrĆ”fica.

En el escenario global, la Plataforma de representantes de la comunidad y la sociedad civil para el ACT-A estĆ” trabajando para garantizar que las comunidades sean escuchadas a lo largo de toda la respuesta a la COVID-19, en funciĆ³n de los cuatro pilares del ACT-A: diagnĆ³stico, tratamientos, vacunas y sistemas de salud. Si bien las oportunidades formales de participaciĆ³n con los planes nacionales de respuesta a la COVID-19 han sido limitadas en la mayorĆ­a de los paĆ­ses, las OSC han estado activas para exigir y garantizar la rendiciĆ³n de cuentas de los gobiernos, crear demanda de vacunas, y apoyar polĆ­ticas equitativas.

Los paĆ­ses deberĆ­an garantizar que la sociedad civil tenga libertad de asociaciĆ³n, de reuniĆ³n pacĆ­fica y de expresiĆ³n para apoyar la participaciĆ³n social y fortalecer los sistemas de salud. Para garantizar que las restricciones son necesarias, proporcionales a los riesgos y que se implementan de manera no discriminatoria, las comunidades deben tener un papel en el diseƱo y la evaluaciĆ³n de las polĆ­ticas. Finalmente, dado el impacto desproporcionado que se ha observado hasta ahora entre las mujeres, los paĆ­ses deberĆ­an involucrar a las mujeres en la toma de decisiones e incorporar una perspectiva de gĆ©nero en todas las actividades de respuesta y recuperaciĆ³n de la COVID-19.

4: Apoyar a los trabajadores de la salud
RESUMEN: Un equipo multidisciplinario de atenciĆ³n primaria en salud bien capacitado y con recursos es un componente fundamental de la CUS, especialmente para ampliar la cobertura de la poblaciĆ³n a nivel comunitario y llegar hasta el Ćŗltimo rincĆ³n.

Como ha demostrado la pandemia de la COVID-19, sin trabajadores de la salud, el sistema nacional de salud no tiene sentido. Tener un nĆŗmero adecuado de trabajadores de la salud (que estĆ©n bien capacitados y remunerados) es esencial para ofrecer servicios adecuados a las necesidades particulares de las comunidades, especialmente de aquellas que actualmente estĆ”n desatendidas y son vulnerables.

La emergencia sanitaria mundial causada por la COVID-19 demuestra la importancia de que los paĆ­ses inviertan urgentemente en su fuerza laboral de salud en todos los niveles. Este aumento de la inversiĆ³n en el personal sanitario debe incluir:

  • Capacitar sobre el control de infecciones, los protocolos de prevenciĆ³n y control de infecciones, incluida una higiene de manos adecuada, los procesos seguros de manejo del paciente en los entornos de atenciĆ³n en salud y la garantĆ­a de que se monitorea su cumplimiento.
  • Informar a los trabajadores de la salud sobre sus derechos, funciones, responsabilidades y riesgos.
  • Garantizar condiciones de trabajo decentes, salarios dignos y cargas de trabajo manejables.
  • Proporcionar seguridad ocupacional para proteger a los trabajadores de infecciones. Por ejemplo, brindar equipos de protecciĆ³n personal (EPP); acceso a diagnĆ³sticos, terapias, vacunas, pago continuo de salario durante la enfermedad; y formaciĆ³n sobre el uso adecuado del EPP.
  • Apoyar y brindar asesoramiento psicosocial, asĆ­ como implementar medidas de reducciĆ³n del estrĆ©s que sean apropiadas para el contexto.
  • Condenar la violencia y la discriminaciĆ³n contra los trabajadores de la salud, incluso frente al miedo y el estigma de que puedan propagar el virus.
  • Capacitar y asignar recursos para eliminar el sesgo o estigma que puedan tener los trabajadores de la salud y que podrĆ­a actuar como barreras para el acceso a los servicios.
  • Apoyar los programas de salud para que retengan a su personal capacitado de primera lĆ­nea y continuar con el pago de sus salarios.
  • Enfoques sensibles al gĆ©nero , dado que las mujeres constituyen el 70% de la fuerza laboral de salud mundial.

En general, y siempre que sea posible, las polĆ­ticas, los planes e informes de la CUS deben incluir informaciĆ³n sobre cĆ³mo enfocar la inversiĆ³n en la fuerza laboral de salud. Los trabajadores de la salud de primera lĆ­nea a menudo carecen de recursos suficientes, o estĆ”n poco capacitados en algunas de las enfermedades y problemas de salud que enfrentan con mayor frecuencia los grupos mĆ”s pobres y marginados, como los que viven con discapacidad o con el VIH. A pesar de esto, juegan un papel crucial en la vinculaciĆ³n de estas comunidades con el sistema de salud.

TambiĆ©n es fundamental garantizar que se asignen fondos suficientes para la capacitaciĆ³n y el desarrollo de capacidades de los trabajadores de la salud, tanto comunitarios como los de primera lĆ­nea. Esto es necesario para que puedan brindar servicios de salud inclusivos, holĆ­sticos y equitativos, especialmente a los mĆ”s marginados.

 

Peticiones clave de UHC2030

El Peticiones clave del movimiento para la CUS son demandas bĆ”sicas a los gobiernos y los lĆ­deres polĆ­ticos para que tomen medidas hacia la CUS. Fueron creadas colectivamente por una variedad de partes interesadas de salud y otras Ć”reas a nivel global, por ejemplo, parlamentarios, miembros de la sociedad civil, el sector privado, agencias, redes y el mundo acadĆ©mico. Desarrolladas antes y durante la ReuniĆ³n de Alto Nivel sobre la CUS en 2019, las peticiones clave continĆŗan proporcionando un marco importante para la abogacĆ­a. AdemĆ”s de las seis peticiones clave iniciales, se agregaron luego la "igualdad de gĆ©nero" y "capacidad de respuesta frente a emergenciasā€ como demandas transversales.

  1. Garantizar el liderazgo polƭtico mƔs allƔ de la salud
  2. No dejes a nadie fuera
  3. Regular y Legislar
  4. Mantener la calidad de la atenciĆ³n
  5. Invierta mƔs, e invierta mejor
  6. Avanzar juntos
  7. Igualdad de gƩnero
  8. Capacidad de respuesta frente a emergencias

Los mensajes clave de la sociedad civil descritos anteriormente complementan estas peticiones clave del movimiento para la CUS y ponen de relieve las perspectivas de la sociedad civil. Conozca mƔs sobre las Peticiones clave en las ocho Ɣreas de compromiso: